Hola amigos de www.madridlogopedia.com. En esta ocasión nos diriginos a vosotros respondiendo a una demanda muy habitual que nos encontramos, por parte de los padres, en nuestro trabajo de logopedia a domicilio: “¿Cómo puedo ayudar yo a mejorar la expresión de mi hijo/a?”

Pues en esta entrada os vamos a facilitar una serie de ejercicios, tareas o rutinas que favorecerán el correcto desarrollo de la expresión verbal del niño. Es muy importante el “trabajo” de los padres, ya que los profesionales tenemos algunos momentos puntuales en la semana de trabajo en los que aplicamos una serie de conocimientos, experiencia y metodología que los padres no tienen porqué conocer, pero el día a día, como es lógico, corresponde a los padres.

No debemos tomárnoslo como otro trabajo más del día, como una carga pesada, con una hora que “ocupamos” con ejercicios. Suficiente tenemos con los deberes, las extraescolares, etc. Más bien se trata de unas pautas que podamos incluir en nuestra relación con nuestro hijo, las conversaciones, los ratos de ocio, de higiene, de ir a dormir, etc.

Sin más dilación, os proponemos una lista de posibles rutinas o pautas que os ayuden, que cada uno escoja las que vea que encajan más en la jornada familiar habitual y, si quereis, con un comentario a esta entrada nos contais la experiencia.

  • Para empezar, una de las más típicas, pero también de las más eficaces y que a los niños más les gusta: Ver cuentos con ilustraciones (los más pequeños) o leerlos juntos (los más mayores). Siempre es buena la lectura, aunque sea sólo escuchando el niño, creará hábito lector y gusto por la literatura, pero si estamos hablando de un niño con difiultades de pronunciación o de expresión, también es muy importante que en este momento tan especial que se da al leer el cuento, aprovechemos para proponerle al niño que también hable, comente las ilustraciones, explique qué le está pareciendo lo que escucha o, si es más mayor, nos lea en voz alta, como si fuera un teatro. En niños pequeños conviene que comiene el adulto, en seguida el niño tomará nota de cómo lo hace su padre o su madre y se animará a comentar qué le parecen las ilustraciones.
  • Este mismo ejercicio, aunque parezca mentira, se puede hacer con los chavales también delante del ordenador. Existen páginas en las que podrás hacer leer a tu hijo, o leerle tú, cosas que le interesen y le gusten combinados con imágenes y vídeos atractivos para él y breves. El ordenador e internet tienen que ser controlados por nosotros, y administrados en dosis adecuadas, pero no debemos eliminar a este potencial aliado. Como ejemplo, os dejamos varios enlaces en los que podreis leer sobre la película, el libro, o el programa favorito de la tele de vuestro hijo en un lenguaje muy cercano para ellos y conseguir crear un diálogo en el que el niño esté interesado: www.pequecine.es, www.pequetele.es, www.pequelibros.es
  • Otra herramienta relacionada con la lectura es leer cuentos en los que, a la vez, pueda utilizarse un CD de audio que lo va contando. Con el niño se van viendo las imágenes y se va escuchando el CD. Todo lo que sea promover la escucha y la producción de lenguaje será positivo.

  • Juegos de campos semánticos: Todos los juegos que conozcais o que podais inventar sobre campos semánticos también serán muy útiles: listas de palabras relacionadas que hay que ir diciendo, primero el padre, luego el niño, como un concurso; Sacar una imagen y jugar a ver quién dice más palabras relacionadas; Ir diciendo palabras con la misma raíz (Jardinería, jardinero, jardín…) hasta que a alguno no se le ocurra y el otro gana, etc. Es importante que no gane siempre el papá… ¡Ya sabemos que sabeis más palabras que ellos! jejeje.
  • Palabras encadenadas: También las relaciones silábicas y de estructura de palabras son útiles para ir desarrollando el lenguaje: Aquí las palabras encadenadas son las reinas, (PaTO, TOmaTE, TEreSA, SApo…) pero todo lo que se os ocurra será bienvenido.
  • Fotografías: Este también es un muy buen punto de partida: Enseñarle fotos en las que estábamos toda la familia y que él cuente lo que recuerda o ve, enseñarle fotos antiguas y pedirle que nos vaya diciendo lo que le parece, etc.
  • Juegos de pistas: Todos los juegos de pistas que tengan que ver con el lenguaje oral son estupendos para hacerle pensar cómo expresarse y a la vez a ellos les encantarán. Desde el típico VEO VEO, en el que tendrán que pensar en los fonemas (los sonidos) por los que empieza la palabra, o la letra, si son un poco más mayores, hasta juegos de pistas en los que tenemos que ir adivinando un objeto mientras el niño nos va dando pistas. Esto le obligará a pensar cómo expresarse para no desvelar del todo el secreto… ¡Todo un reto! Lo bueno de estos juegos es que los podeis ir haciendo en el coche, mientras les ponemos en pijama, dando un paseo o casi en cualquier situación.
  • Todos los juegos con imágenes parecidas en los que nos tenga que explicar las diferencias o semejanzas, también le harán pensar y afinar en el lenguaje, ya que no es fácil para un niño… le tendremos que ayudar un poco si es pequeño, pero poco a poco lo irá haciendo mejor.  

En general, para terminar, os dejamos algunas reglas de oro: Los niños que se atascan un poco o que les cuesta expresarse, no necesitan que nosotros les completemos las frases o les metamos prisa… ¡Más bien todo lo contrario! Tengamos paciencia y dejémosles decirlo a ellos, aunque vayan despacio. Si no, se acostumbrarán a expresarse con poco rigor y poco vocabulario, convencidos de que papá y mamá le entienden lo diga como lo diga y, además, no tienen tiempo de escucharles.

Otra cosa importante, con los peques, es no darnos por enterados cuando nos piden las cosas por gestos. Aquí el niño, si puede, aplica la ley del mínimo esfuerzo, y no le estamos ayudando. Así, si nos señala los vasos o el grifo, para pedirnos agua, mejor será que le acostumbremos a intentarlo diciéndole ¿Qué quiereS? ¡No te entiendo bien!… Si el niño aun no sabe decirlo bien, nosotros diremos ¿Quieres AGUA? ¡AAAhh! ¡AGUA!, Pues vamos a dar AGUA a nuestro campeón/campeona… y mientras beba le volveremos a decir ¿Está buena el agua? ¿Quieres más Agua?… repitiéndole la palabra, no como una corrección, pero asegurándnos de que la escucha varias vees. Poco a poco, el niño pedirá las cosas por su nombre y verá que no es tan fácil que papá me entienda, se lo tengo que explicar…

Por último, a hablar se aprende hablando y escuchando. Les ayudará que seamos como reporteros que retransmitimos lo que vamos haciendo por la radio. ¡Ahora vamos a por el pan! ¡Que bien se está portando Pepito! Ahora estamos caminando, estamos pasándonoslo muy bien, etc.

Bueno, esto no son más que reomendaciones generales, si alguno tiene problemas que no sabría afrontar y que piensa que necesita la ayuda de un profesional, que no dude en consultar, pero en general, para todos los niños, los padres son los transmisores, además de otras muchas cosas, también del lenguaje, así que ¡Ánimo y a la tarea!

Un saludo a todos, amigos, hasta la proxima.