Según este artículo que encontramos en ABC, una editorial Británica, Barrintong Stoke,  sacó al mercado una coleccion de libros especialmente pensados para disléxicos. No es material para trabajar la dislexia, ni fichas de trabajo. Sencillamente han intentado tener en cuenta ciertos factores como la edad real como lector, los colores y el diseño (reduciendo brillos, etc.), han cuidado el tipo de letra y el interlineado para que sea lo más facilitador posible para la lectura, y han evitado la más mínima transparencia en el papel.

Libros para que los disléxicos disfruten leyendo

Cuando leímos este titular, nos pareció que hablaban de magia, la verdad. Después, profundizando un poquito, nuestra opinión cambió. No está mal, se agradece el esfuerzo por disminuir los factores que pueden aumentar la dificultad para un disléxico, ero no son libros que a un niño con dislexia no le cueste leer… o al menos eso suponemos.

El disléxico necesita un trabajo específico para que su dificultad lectora deje de ser un problema, pero sí es cierto que hay publicaciones que se lo hacen aún más difícil (letras confusas, líneas muy juntas, muchos brillos y colores chillones, transparencias con otras hojas…). En ese sentido, en nuestra opinión, está muy bien este intento de disminuir esos factores que ponen aún más palos en las ruedas de los lectores con dislexia.