Hola a todos. En otra entrada os definíamos estos dos tipos de lectura, o “vías” que usamos para reconocer las palabras los lectores expertos. Hoy queremos completar aquella información desde el puntod e vista de la evaluación… ¿Por qué el logopeda que ha evaluado a tu hijo o el profesor del cole ha insistido en este tema? A veces los profesionales explicamos las cosas un poco complicadas, como si todo el mundo tuviera que saber lo que hemos aprendido en la carrera… A ver si conseguimos corregir eso:

Como os explicábamos, usamos cada una de las dos vías según el “reto” que suponga la palabra que tenemos delante. Si es una palabra muy larga, desconocida, de otro idioma que no controlamos, o incluso lo que llamamos una “pseudopalabra”, es decir un amasijo de letras que no significa nada, usamos la vía indirecta o fonológica, vamos letra por letra y sonido por sonido. Digamos que nuestro cerebro ve que no es capaz de reconocer el “dibujo” que se le presenta delante y lo destripa, lo despieza, consciente de que sí es capaz de reconocer cada una de sus partes (letras). Si en la evaluación que hacemos de la lectura detectamos que el lector tiene poco desarrollada esta vía (se equivoca más en palabras largas, mezcla letras en palabras complejas, con trabadas e inversas, etc.) será ahí donde habrá que insistir en el futuro tratamiento.

Sin embargo, en muchas ocasiones, nos encontramos niños que no leen por la vía directa, o al menos no a un nivel “experto”. Son niños que leen más despacio de lo que debieran, se cansan, acaban confundiéndolo todo por cansancio, no quieren leer… Y es que resulta un pestiño tener que “traducir” cada palabra, una por una, letra por letra, aunque sean palabras conocidas y fáciles como “Casa” o “perro”. El lector experto pasa por estas palabras como un ciclón, no necesita detenerse nada, es como si ve una foto de su madre, la reconoce al instante, no necesita pararse en cada uno de los rasgos faciales, la expresión, etc. de esa señora, sino que sabe que es su madre. Pues lo mismo el que lee correctamente, ni se cansa, ni se equivoca en palabras de este tipo.

Cuando detectamos que esta vía es la que no se usa correctamente, habrá que trabajar sobre todo este trabajo, la velocidad lectores, la comprensión, el reconocimiento de palabras de manera global y completa, etc.erán contenidos del tratamiento.

Bueno, esperamos haber iluminado un poquillo las dudas de muchos sobre estos temas. No son tan complicados como parece, y además son apasionantes: Nuestro cerebro está preparado para reconocer palabras y relacionarlas con un concepto almacenado en la memoria en fracciones de segundo… ¡Increíble!

Amigos, un saludo a todos, y hasta la próxima entrada.

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