Hola a todos, amigos de www.madridlogopedia.com. Hoy escribimos esta entrada por la inquietud que muchos padres nos trasladan con un problema que parece no tener solución… ¡Mi hijo no lee nada!¡Ni le gusta, ni quiere, ni entiende, ni nada de nada!

Bueno, vamos a ir por partes. En otras entradas trataremos el problema del niño que no ENTIENDE lo que lee. Las difiultades del niño que sufre síntomas de dislexia o de retraso lectoescritor son dignas de un artículo, como mínimo, destinado sólo a ese tema. Lo que hoy hablamos es distinto… ¿Cómo motivar a mi hijo para que lea? Pues es la pregunta del millón, y no tiene una respuesta fácil… al menos, no una respuesta única. Hay muchas tareas que podemos realizar los padres y maestros y que colaborarán con que el gusto por la lectura aflore en nuestros peques, pero es una carrera de fondo, y no una solución de un día para otro. Seguro que cuando leais las siguientes pautas, no os sorprenderá ninguna, y os parecerán todas lógicas… nos resulta difícil a veces ponerlas en práctica por falta de tiempo, o por muchos otros motivos. Aún así, allá vamos, por sugerencias que no quede:

1.- Los niños vemos a nuestros papás como las personas más importantes del mundo: Si a tí te gusta leer (y yo lo veo), intentaré hacerlo.  Esta es la más obvia de todas las sugerencias de animación a la lectura doméstica que os vamos a dar. Ante la falta de tiempo, principal problema, ya que si nos gusta leer, buscamos tiempo para ello tras acostar a los niños o cuando estos no están, ahí van algunas ideas:

* Leer juntos en la sala de espera: Esto lo hemos comprobado en primera persona; si llevas al médico un libro para tí y otro para él, se sentará a tu lado sintiéndose el lector más importante del mundo y las siguientes veces que tenga ita con el doctor, te recordará que le elijas un libro para la sala de espera.

* Leer los cuentos de nuestros hijos sin que lo sepan y sorprenderles comentándoles algo de algún personaje. Se quedarán sorprendidos y les parecerá que la lectura no es una cosa estrictamente individual, sino que a ti también te interesa, y podeis tener cosas en común gracias a ella.

* Si estamos leyendo algo, aunque sea de vez en cuando, que el libro no esté siempre guardadito, que vean que lo manejamos y lo usamos, robemos cinco minutillos para leer entre actividades y que ellos lo vean.

* Comentemos con nuestros hijos nuestras lecturas, que vean hasta qué punto pueden ser interesantes o apasionantes para nosotros esos ratos en los que estamos concentrados en un libro.

* La última por hoy: Investiguemos juntos sobre los libros que puedan interesarle. Para ello, busquemos formas atractivas para ellos, Por ejemplo, planteemos una vez al mes una excursión juntos a una biblioteca. Que sea para ellos un momento privado “papá y yo” o “mamá y yo”. Si después damos un paseo por el parque o le invitamos a un refresco mejor que mejor.

Otra manera de investigar juntos es a través de Internet. Existen muchas páginas que hablan de libros infantiles, pero enfocadas a los padres… hemos encontrado una que nos ha gustado porque está dirigida a los niños. Conviene que la visiten con los papás, que les ayudarán a saber lo que tienen delante, pero el texto es estupendo para niños y va repasando muchos libros, uno por uno, divididos por edades… ¡probadla a ver si os gusta! Si es así, fomentad con ellos que lean también esos artículos (leer en internet también es leer), que dejen comentarios (con vuestra ayuda)… ¡en algunos de sus artículos incluso se puede dejar un mensaje para el escritor y este lo responde al poco tiempo!. La página se llama Pequelibros y os animamos a conocerla.

Bien, amigos, hasta aquí la primera tanda de sugernecias domésticas. Os prometemos más entradas sobre este tema, y os agradeceremos si alguno quiere compartir su experiencia con nosotros o sugerir alguna actitud en los papás que fomente el hábito lector en los peques. Hacedlo dejando un comentario un poco más abajo… ¡Muchas gracias!